jueves, 29 de enero de 2009

Sólo una palabra:


Gracias.

3 comentarios:

  1. CARTAGEMA - RUTAS

    Existen diversas rutas de senderismo para disfrutar del paisaje y las costas de Cartagena:

    -Subida al monte Roldán(495 m).

    - Peñas Blancas (624 m).

    - Portman - Monte de las Cenizas.

    - Sierra de la Atalaya.

    - Sierra de la Muela - La Azohía.

    - Cabezo de la Fuente - Calblanque.

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  2. CARTAGENA - COSTUMBRES
    ALGUNAS COSAS DEL HABLA DE CARTAGENA

    (Cita del libro Cartagena Entrañable)

    Isidoro Valverde Álvarez

    [...] el cartagenero, que es ingenioso hablando, emplea unos modismos llenos de gracia y de expresividad ante los que tienen que rendirse los extraños. Por otra parte, si bien por simplificar dice ma por mamá, también dice, bellamente, maica. Y es que el cartagenero se mueve a sus anchas en el campo de los diminutivos, acariciándolos o formándolos de términos increíbles.

    El cartagenero utiliza vocablos curiosos, algunos de los cuales, no obstante ser empleados casi exclusivamente en Cartagena, son -lo digo para asombro de los extraños- perfectamente académicos.

    Al foráneo le llama sobremanera la atención que a los cordones de los zapatos se les llame cordoneras, y que se diga echar gusto por tener sabor, estar nulo por estar nublado, pareta por pared, solaje por poso, untar por manchar y boria por niebla.

    En Cartagena, no ganar nada en un juego, en un asunto o en un negocio, es no comerse un torrao, y tener pesadumbre es tener pesaombre. En Cartagena, encortarse es no hacer algo a lo que se estaba decidido, por timidez o por vergüenza, y comer a tajo parejo -expresión con resonancias laborales- es comer mucho y sin pausa, pero -eso sí- ordenadamente, comenzando por una orilla del plato y avanzando en línea.

    En Cartagena, para decir en voz baja se emplea una palabra preciosa: se dice abonico. Y frecuentemente se utiliza en diminutivo el adjetivo suave como adverbio de modo. ¿No habéis oído nunca a un niño cartagenero decir a su madre: ráscame suavico?

    A la mujer lenta y poco hábil en las faenas domésticas se le dice irónicamente: "¡Qué ardiles tienes!"; porque ardides es aquí palabra casi desconocida. Falluto o falluta -sin duda, por fallido o fallida- se dice de los cacahuetes, almendras, nueces, que o no tienen fruto o lo tienen chuchurrío -palabra ésta también muy cartagenera-.

    En Cartagena, se prefiere llamar alcacil a la alcachofa, encerrizao al tercamente obstinado y arregostao al que se aficiona a algo; al igual que se prefiere decir asaúra o tener melsa en vez de hablar de lentitud o flema.

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  3. Gracias a tí por compartir tus horas de vida con nosotros,por enseñarnos a pesar de tu juventud,por estar a las duras y a las maduras,por implicarate,en fin,POR SER TÚ EN TODA TU ESENCIA.

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